Hoy tratamos la morfina, a través de los ojos de un pintor catalán Santiago Rusiñol.
La morfina es una potente sustancia opiácea, usada usada frecuentemente como analgésico. La morfina fue nombrada así por el farmacéutico alemán Friedrich Wilhelm Adam Sertürner en honor a Morfeo, el dios griego de los sueños.
Santiago Rusiñol y Prats (1831- 1931) pintor y literato.
La morfina 1894.
Óleo sobre tela. 88 x 115 cm.
Museu Cau Ferrat. Sitges. España.
Óleo sobre tela. 88 x 115 cm.
Museu Cau Ferrat. Sitges. España.
“Comprendían los enfermos que aquellas horas de calma, pero de calma
engañadora, de la casa del silencio, las daba la Morfina; que aquella
palidez macabra la traía la Morfina; que aquella fiebre nerviosa que
hasta hacía temblar a las mismas paredes blancas, venía de la Morfina;
que era ella la que apagaba la vida, la que daba escalofríos, la que con
sus dedos de Marquesa y doradas uñas de arpía, estrangulaba con sigilo a
los extraños suicidas de la casa del silencio.”
Santiago Rusiñol, “Pèl i ploma”
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