Enrique
simonet lombardo (1866-1927)
"Anatomía del corazón; ¡Y tenía corazón!; La autopsia", 1890
Óleo sobre lienzo.
Museo dè malaga
Este marco del pintor español enrique simonet lombardo ha ben tres títulos: " anatomía del corazón; y tenía corazón!; La autopsia ".
Blaise pascal tuvo a decir "el corazón tiene sus razones, que la razón no conoce". Cómo puede una fría mente científica entender el sentimiento? Y también el amor no es ciego, precisamente porque no puede entender que él mismo?
La autopsia es sólo un pretexto, es el lugar donde se realiza la acción escénica, en el que un viejo médico grosero y desaliñado mira el corazón de una joven, como por darse cuenta sólo frente a su cadáver que ella también tenía un corazón,.
"Anatomía del corazón; ¡Y tenía corazón!; La autopsia", 1890
Óleo sobre lienzo.
Museo dè malaga
Este marco del pintor español enrique simonet lombardo ha ben tres títulos: " anatomía del corazón; y tenía corazón!; La autopsia ".
Blaise pascal tuvo a decir "el corazón tiene sus razones, que la razón no conoce". Cómo puede una fría mente científica entender el sentimiento? Y también el amor no es ciego, precisamente porque no puede entender que él mismo?
La autopsia es sólo un pretexto, es el lugar donde se realiza la acción escénica, en el que un viejo médico grosero y desaliñado mira el corazón de una joven, como por darse cuenta sólo frente a su cadáver que ella también tenía un corazón,.
Luz y color dan vida al cuerpo de la chica muerta y queda confinado en la sombra
el viejo juez cínico incapaz de afección al humano.
El impacto
emocional viene subrayado por el crudo realismo de los instrumentos como por
ejemplo la esponja ,las manchas cianóticas de los dedos de los pies y la plasticidad
elegante pero antinatural del brazo, que cae en el vacío, contribuyen a
comunicar al observador un malestar casi palpable.
El artista
utiliza inteligentemente la luz a fin de
obligar a el observador a poner atención al perfecto cuerpo de la mujer joven,
mientras que el médico, en cambio, pertenece en la oscuridad de la que se llena
la sala de depósito de cadáveres.
El ojo del espectador se mueve entre la luz y sombra, entre la vida y muerte biológicas o simbólicas; en el medio está el rojo vivo de ese corazón que vuelve a conmemoración el humano, demasiado fácilmente perdido en vida del cinismo burguesa (el médico) o de la disolución (la joven). Sin embargo, es precisamente el palpitante de la vida que sabe sorprender a cualquier persona, cuando logra salir a la conciencia.
Lo podemos disfrutar ya que esta muy cerca, en Málaga
Información https://www.facebook.com/LaMedicinaNellArte?fref=ts
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