Financiación,
sostenibilidad, aumento de gastos, etc.
, son palabras que se repiten en debates, foros y círculos de
opinión cuando se habla de sistemas sanitarios. En nuestro país se alzan voces
de cambio de planteamiento del actual sistema, debido a dificultades de financiación,
de la insostenibilidad del mismo con las características actuales.
Aparecen de forma repetida los términos de gastos, de ingresos,
de balances, etc. , pero podemos caer en el error que no ver más allá
de las cifras y no distinguir que entre
todos estos factores el mayor valor de
nuestra empresa no son sus instalaciones, ni su tecnología sino las personas que trabajan en
ella.
En el actual siglo XXI
la gestión de las empresas, y especialmente en el ámbito sanitario, es especialmente difícil debido a los importantes cambios que se
desarrollan a una velocidad que nunca antes se conocía por cambios en los
usuarios, en sus exigencias, cambios en la tecnología, en la comunicación, en
la globalización, etc. No podemos hablar
de realizar estrategias estáticas a largo plazo, sino que al contrario nos movemos en aguas turbulentas,
en arenas movedizas en lo que lo que vale para hoy, mañana no es vigente.
En este contexto, las empresas que se conformen con sobrevivir,
probablemente morirán o envejecerán prematuramente y aquellas que decidan aprovechar su talento
para convertir las dificultades en oportunidades obtendrán une excelente
ventaja competitiva y disfrutarán de una
larga vida.
En los años 20 se empezó a hablar de dirección por
instrucciones, en la década de los 60 se paso a dirección por objetivos y ya en
nuestro siglo se habla de dirección por valores.
Si la misión
del SAS es prestar atención sanitaria a las ciudadanas y ciudadanos andaluces,
ofreciendo servicios sanitarios públicos de calidad, asegurando la
accesibilidad, equidad y satisfacción de los usuarios, buscando la eficiencia y
el aprovechamiento óptimo de los recursos y sus valores
como organismo público son la Equidad, Universalidad,
Accesibilidad, Mejora continua de la calidad, Atención integral, Atención personalizada,
Continuidad de la atención, Eficacia y Eficiencia, nos tenemos que preguntar cuál es la misión y
los valores de las personas que forman
nuestra empresa.
Pero ¿los valores, visión y misión de nuestra
organización están con consonancia con la de su equipo humano?
Reflexiono si ambas están alineadas o alienadas.
Trabajador alienado
Creo que no es posible llevar a cabo una dirección por valores si como sospecho nuestros
compañeros están alienados con su “empresa” por lo que podemos perder
una oportunidad de mejorar la satisfacción
y compromiso de nuestra mejor baza, el humano , para afrontar esta situación cambiante y difícil en
la que estamos si los valores de la
empresa y sus trabajadores no confluyen .
Por tanto, los responsables, en cualquier grado, debemos concienciarnos de la importancia de la
comunicación con nuestros compañeros, de
escuchar, de interactuar
“Y, a menos que sepas cómo tener comunicación asertiva, te darás cuenta de que no importa que digas, o que hagas, los
demás no te prestarán oídos a tus ideas y simplemente ignorarán tus sugerencias
“
¿Nos comunicamos con ellos bien nos limitamos a encerrarnos en el despacho y dejamos para después lo “no
urgente?
Responsable
Si no queremos tener compañeros alienados con su
empresa y que los responsables estén en su burbuja, debemos, todos, comunicarnos
e intentar alinear nuestros objetivos para conseguir y afrontar los retos en
los que todos estamos, queramos o no, embarcados.
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